
La rapidez y la precisión son dos factores claves a la hora de emplear equipos de soldadura con aluminio. Sin embargo, muchos usuarios se encuentran con problemas inesperados y dificultades durante el proceso. ¿A qué se debe? En gran parte, a que las aleaciones de aluminio también tienen en su composición otros materiales.
A continuación te ofrecemos una guía con las claves más importantes para que obtengas los mejores resultados.
10 pasos a seguir para tener los mejores resultados con equipos de soldadura
- Antes de nada, asegura la limpieza de las superficies. Esto quiere decir que estén libres de humedad y polvo.
- No olvides los aspectos relacionados con la seguridad. Por un lado, asegúrate de permanecer lejos de cualquier compuesto inflamable. Y, por otro lado, revisa tu vestimenta y EPP (guantes, gafas, casco, etc.).
- A la hora de seleccionar la potencia, utiliza la elección CA (corriente alterna) que es la más apropiada para el aluminio.
- Asegúrate de armar o montar todos los componentes: desde la boquilla cerámica, hasta el mango de cobre, pasando por el pedal, la antorcha, etc.
- Recuerda la importancia de preparar la varilla, con el electrodo dirigido hacia la misma dirección del giro de piedra.
- En cuanto a la válvula de gas, abre y cierra el regulador hasta el momento en que notes que la válvula ya se ha asentado.
- Utiliza una llave para ajustar el regulador y comprobar que la perilla de presión puede rotar hacia la izquierda.
- Haz las comprobaciones oportunas para asegurarte que no hay fuga de gas.
- Configura la velocidad de flujo en un rango entre 4 y 12 litros por minuto.
- El equipo de soldadura debe colocarse en unos 75 grados con respecto a la varilla e ir acercándola.
Si sigues estos consejos, ya tienes las nociones básicas para emplear equipos de soldadura con aluminio.