
Gracias al fluido hidráulico, se combate la fricción que causa el desgaste dentro del sistema. Este desgaste ocasiona corrosión, la cual va dañando poco a poco el funcionamiento del sistema de la máquina y termina por perjudicarlo de forma definitiva.
No obstante, hay que tener en cuenta que hay algunos contaminantes que pueden colarse en el fluido hidráulico y tener consecuencias penosas en el rendimiento industrial.
Hoy te contamos cuáles son los contaminantes más comunes y cómo repercuten en el sistema hidráulico.
Agentes externos que ensucian el fluido hidráulico
Primero, la contaminación puede darse por partículas. Estas pueden ser de polvo de vidrio, pintura, arena o cualquier otra suciedad. Aunque pueden tener un tamaño microscópico, impiden la acción total del propio aceite. En muchos casos aparecen en labores de mantenimiento en las cuales se montan y desmontan ensamblajes.
Segundo, la contaminación química es la que produce oxidación. Se origina por medio del aire, el agua o el calor, sean del interior o exterior de la maquinaria.
Los daños que produce la contaminación del fluido hidráulico
A continuación enumeramos un listado de las posibles consecuencias de estos agentes externos en el desempeño industrial:
- Producción de lodo que afecta a la viscosidad del aceite.
- Reducción de la velocidad del sistema debido a la acumulación de contaminantes en zonas de unión.
- Disminución de la capacidad de lubricación.
- Incremento de las posibilidades de sufrir congelaciones indeseables cuando las temperaturas bajan.
- Daños abrasivos que aceleran la fatiga del metal en los conductos internos.
- Aumento de probabilidades de que exista un problema de seguridad.
Por todas estas razones, es necesario lubricar con fluidos hidráulicos de calidad y no olvidar su empleo continuo incluso si la máquina funciona bien en apariencia.