
Los lubricantes clasificados como H1, H2 y H3 cumplen una función esencial en la seguridad de los procesos industriales donde existe manipulación, elaboración o envasado de alimentos. Estas certificaciones, reguladas en el ámbito internacional, garantizan que estas grasas alimentarias H1 se empleen en la maquinaria de producción, cuente con las características adecuadas para minimizar el riesgo de contaminación accidental durante la producción.
Importancia de las grasas alimentarias H1, H2 y H3
En cualquier planta alimentaria, la maquinaria está en continuo movimiento y requiere lubricación constante para mantener su rendimiento y evitar paradas inesperadas. Aunque los equipos estén diseñados para evitar el contacto con el alimento, es posible que se produzca una fuga, un goteo o un error humano durante el mantenimiento y el lubricante entre en contacto con el alimento. Para reducir riesgos se emplean lubricantes con certificación alimentaria, capaces de proteger la maquinaria sin comprometer la seguridad del producto final.
Cuando se trabaja con cintas transportadoras, equipos de corte o sistemas térmicos, la elección del lubricante adecuado influye tanto en la durabilidad de los equipos como en el cumplimiento normativo.
Para esto, contamos con lubricantes aprobados por la NFS. Un organismo independiente e internacional que vela por la seguridad, por proteger y mejorar la salud global. Y, evidentemente un aspecto fundamental en la salud tiene que ver con la seguridad alimentaria.
























