En busca del lubricante sostenible

martes, 20 octubre 2015

Hace décadas que los departamentos de I+D de las industrias de los lubricantes tienen una prioridad absoluta: mejorar sus productos desde un punto de vista medioambiental, conscientes como son (al menos Cronaser) de que el uso de lubricantes de origen mineral tiene que dar paso a productos más respetuosos con el medio ambiente.

Parece que se ha dado un paso importante en esta dirección. Investigadores del grupo Ingeniería de Fluidos Complejos de la Universidad de Huelva han diseñado un nuevo lubricante basado en una mezcla de aceites vegetales y plásticos no tóxicos. Esta combinación persigue sustituir las grasas tradicionales (compuestas de aceites minerales y agentes espesantes metálicos) por otras de origen vegetal, pero manteniendo las características de consistencia y fricción. Los beneficios claros: resultan más respetuosa con el medio ambiente.

“Consideramos los aceites vegetales por sus excelentes propiedades de lubricación, anticorrosión, buena relación viscosidad-temperatura y baja pérdida por evaporación en algunas aplicaciones industriales. Además de estas ventajas, los aceites vegetales también son fácilmente biodegradables y ambientalmente seguros comparados con los aceites minerales”, explica el responsable de la investigación José Enrique Martín-Alfonso.

Los resultados del estudio, publicado en la revista Tribology International, mostraron que la consistencia de algunas formulaciones del nuevo lubricante fue similar a la encontrada en las grasas tradicionales de litio. “Esta característica resulta fundamental, ya que el lubricante debe adherirse al sitio donde se aplique. Además, los ensayos donde se determinó el factor de fricción, mostraron valores similares a los de una grasa tradicional de litio”, puntualiza.

Además del aceite, es necesario encontrar un buen agente espesante. Los científicos andaluces exploran materiales como alternativas a los jabones metales. En este sentido, además de usar polímeros muy extendidos como el polipropileno reciclado, presente en botellas, muebles o automóviles, están estudiando materiales biodegradables derivados de la celulosa.

Los expertos continúan trabajando para obtener más información sobre el comportamiento de fricción con la temperatura para entender profundamente. Por si fuera poco, la nueva mezcla no requiere un proceso laborioso de fabricación y es más sostenible. Desde Cronaser aplaudimos iniciativas como esta.

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